Aquí se ofrecen varias opciones (a, b, c…d) de moniciones a las distintas partes de la liturgia matrimonial.
1. Entrada de los novios y del celebrante, y canto de entrada
2. Saludo
a) Bienvenidos N. y N., que os disponéis a celebrar vuestra boda. Que esta nueva etapa que hoy comenzáis en vuestra vida os llene de felicidad. Bienvenidos también todos los que hoy les acompañáis. Que esta fiesta sea para todos motivo de gozo y de esperanza. Y que Jesucristo, presente aquí en vuestra fiesta, os bendiga hoy y siempre.
b) Bienvenidos, N. y N. Bienvenidos todos, padres, familiares y amigos. La paz y el gozo de Jesucristo estén hoy, en esta fiesta, con todos vosotros.
Estamos reunidos aquí porque N. N se quieren y quieren que ese amor sea cada vez más fuerte y los una toda su vida. Quieren casarse, para que su amor empiece una nueva etapa, intensa. Esto es una gran alegría para ellos. Pero no sólo para ellos: también lo es para los que estamos aquí acompañándoles. Porque verdaderamente deseamos que ese camino nuevo que hoy emprenden esté lleno de ilusión, esté lleno de vida. Para ellos, para nosotros, y para todos los que les conozcan.
Y estamos aquí, celebrando esta fiesta en la iglesia, porque Dios también está presente en su amor. El los acompaña y quiere la felicidad de estos novios, más allá de todas las dificultades con las que pueden encontrarse. Una felicidad que se extienda a todos, que pueda ser compartida por todos. (Porque Dios está presente aquí, como Jesucristo estuvo presente en aquella boda de Caná de Galilea, cuando convirtió el agua en vino para que fuera mayor la alegría de los novios y los invitados).
c) Bienvenidos N. y N.. Bienvenidos también sus padres, familiares y amigos. La comunidad cristiana, que quiere ser un hogar abierto a todos, os recibe hoy con alegría.
En nuestra reunión proclamaremos ante todo la Palabra de Dios, la lectura de las palabras de Jesús y de los apóstoles, que nos ayudan a entender y a vivir mejor lo que celebramos.
Esta lectura nos preparará para asistir a la celebración de vuestro matrimonio, vuestro compromiso de amor incondicional que expresaréis ante todos nosotros.
Nuestra oración acompaña vuestra alegría y vuestra importante decisión.
3. Oración Colecta
a) Oremos (pausa). Escucha nuestras súplicas, Señor, derrama tu gracia sobre estos hijos tuyos, que se unen en tu presencia, y hazlos fuertes en el amor. Por…
b) Oremos (pausa). Señor, Dios y Padre nuestro, que al crear a la humanidad quisiste la unión del hombre y de la mujer. Une en la fidelidad del amor a estos hijos tuyos que celebran su boda para que amándose cada vez más, den testimonio de tu amor. Por…
c) Oremos (pausa). Oh Dios, que has consagrado la alianza de bodas por el sacramento que significa la unión de Cristo con la Iglesia. Concede a estos hijos tuyos dar a su vida de esposos el sentido que ahora descubren en la fe. Por…
d) Oremos (pausa). Padre, de ti nacen el amor, la vida, la alegría.
Tú has conducido a N. y N. en su camino de amor y les has acompañado hasta aquí, para celebrar hoy su unión en el matrimonio.
Bendícelos, Padre, con tu gracia en la nueva etapa que ahora empiezan. Y haz que su amor sea siempre entre los hombres un reflejo fiel de tu propio amor. Por…
4. Lectura (o lecturas) de la Palabra de Dios
Antes de la lectura (o lecturas) se puede hacer una monición como las siguientes:
a) Podéis sentaros (pausa). Vamos a escuchar ahora una lectura (unas lecturas) que nos ayudarán a entender y vivir mejor lo que hoy estamos celebrando. Una lectura (unas lecturas) que nos hablan del amor que nos reúne hoy aquí.
b) Podéis sentaros (pausa). Como siempre que los cristianos nos reunimos, comenzaremos ahora escuchando la Palabra de Dios. Las cartas de los apóstoles, las lecturas de la historia de Israel, las palabras del evangelio, nos transmiten lo que Dios quiere decirnos sobre lo que hoy estamos celebrando.
Si se canta un salmo (o se recita alternándolo con el canto de una antífona sencilla y conocida por la asamblea), se puede introducir con una monición como las siguientes:
a) Salmo 127: Unámonos ahora, con el salmo, a un augurio de felicidad dirigido a unos novios de muchos siglos atrás. Un augurio que les desea aquello a lo que toda pareja entonces aspiraba: tener suerte y trabajo, y tener muchos hijos. También nosotros, hoy, les deseamos que sean muy felices y que el Señor siempre les bendiga.
b) Otros salmos: Al hacer nuestras ahora las palabras del salmo, bendecimos al Señor y deseamos que su amor nos llene siempre de gozo.
Si sólo se lee una lectura del evangelio, puede introducirse con una monición como ésta:
Vamos a escuchar ahora, con todo interés, una lectura del evangelio. En ella Jesús nos habla del amor que nos ha reunido hoy aquí y que celebramos con alegría.
Homilía
Introducción al interrogatorio
a) Habéis venido aquí, N. y N., para que Dios garantice con su gracia vuestro amor, ante el Pueblo de Dios aquí congregado y presidido por su ministro.
Un día fuísteis consagrados en el bautismo; hoy, con un nuevo sacramento, Cristo va a bendecir vuestro amor, y os enriquecerá y dará fuerza, para que seáis fieles a este camino de amor mutuo y podáis cumplir con vuestra misión de casados. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención:
b) Queridos N. y N. Habéis venido para que el Señor consagre vuestro amor, ante la comunidad aquí reunida, ante la Iglesia.
Jesucristo bendice hoy con toda su fuerza vuestro amor; él es el primer testigo del compromiso que deseáis contraer.
Él, por el bautismo os hizo miembros de la familia de Dios. Ahora, por el sacramento del matrimonio, os fortalecerá y os acompañará a lo largo de toda vuestra vida. Es un compromiso que ahora expresaréis ante todos nosotros:
5. Interrogatorio
a) y N., ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?
Sí, venimos libremente.
¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del matrimonio, durante toda la vida?
Sí, estamos decididos.
¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
Sí, estamos dispuestos.
b) y N., ¿venís a casaros con entera libertad?
Sí.
¿Os comprometéis a quereros y guardaros fidelidad durante toda la vida?
Sí.
¿Estáis dispuestos a recibir con amor a los hijos que tengáis, y a educarlos en la fe de Cristo?
Sí.
6. Introducción al consentimiento
a) Así, pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.
b) Ahora, pues, ya que queréis uniros en la alianza del matrimonio, daos la mano derecha y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y ante su Iglesia.
7. Consentimiento
a) Esposo: Yo, N., te recibo a ti, N., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
Esposa: Yo, N., te recibo a ti, N., como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
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b) Esposo: ¿quieres ser mi mujer?
Esposa: Sí, quiero.
Esposa: N., ¿quieres ser mi marido?
Esposo: Sí, quiero.
Esposo: N., yo te recibo como esposa y prometo amarte fielmente durante toda mi vida.
Esposa: N., yo te recibo como esposo y prometo amarte fielmente durante toda mi vida.
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c) Celebrante:, ¿quieres a N. por tu esposo y marido?
Esposa: Sí, lo quiero.
Celebrante: ¿Te entregas por su esposa y mujer?
Esposa: Sí, me entrego.
Celebrante: ¿Le recibes por tu esposo y marido?
Esposa: Sí, lo recibo.
Celebrante: N., ¿quieres a N. por tu esposa y mujer?
Esposo: Sí, la quiero.
Celebrante: ¿Te entregas por su esposo y marido?
Esposo: Sí, me entrego.
Celebrante: ¿La recibes por tu esposa y mujer?
Esposo: Sí, la recibo.
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d) Celebrante: , ¿quieres recibir a N., como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
Esposo: Sí, quiero.
Celebrante: N., ¿quieres recibir a N. como esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarle y respetarle todos los días de tu vida?
Esposa: Sí, quiero.
8. Confirmación del consentimiento
El Señor, que hizo nacer en vosotros el amor, confirme este consentimiento mutuo, que habéis manifestado ante la Iglesia y os otorgue su copiosa bendición.
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Amén.
9. Aclamación
Puede cantarse, por ejemplo:
a) A Dios den gracias los pueblos; alaben los pueblos a Dios. (bis) (CLN 510 / MD 840)
b) Te damos gracias, Señor, de todo corazón. Te damos gracias, Señor, cantamos para Ti. (CLN 531 / MD 833).
Que el Señor nos construya la casa,
que el Señor nos guarde la ciudad,
que nos llene de su riqueza,
que nos guarde siempre del mal (MD 827).
c) Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios (Ritual)
10. Bendición de los anillos
a) El Señor bendiga estos anillos que vais a entregaros el uno al otro en señal de amor y de fidelidad.
b) Bendice y santifica, Señor, el amor de N. y N., y que estos anillos, signo de fidelidad, les recuerden su promesa de amor mutuo.
11. Imposición de los anillos
Esposo: N., recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Esposa: N., recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
12. Entrega de las arras (si es costumbre)
Sacerdote: Bendice, Señor, estas arras, que N. y N. se entregan, y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes.
Esposo: N., recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.
Esposa: N., recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.
(Al terminar la entrega de las arras –o de los anillos, si no se entregan las arras– se puede cantar un canto de alabanza).
13. Oración de los fieles
Pidamos hoy especialmente para que Dios bendiga y acompañe en su camino a N. y N. que se han unido en matrimonio. Oremos por ellos y por todos los hombres, diciendo:ESCÚCHANOS, PADRE.
1. Por N. y N.: que Dios conserve y aumente su amor, y les ayude a mantener la fidelidad y confianza mutua. ROGUEMOS AL SEÑOR:
2. Que cada día logren vencer el egoísmo y cada uno busque sólo el bien del otro, y no se cansen nunca de perdonarse y aceptarse mutuamente. ROGUEMOS AL SEÑOR:
3. Que vivan muchos años rodeados del amor y la compañía de sus familiares y amigos.ROGUEMOS AL SEÑOR:
4. Por los difuntos de nuestras familias: que Dios les conceda la plenitud de su amor en la vida eterna. ROGUEMOS AL SEÑOR:
5. Por los hombres y mujeres del mundo entero: que en todos crezcan sentimientos de generosidad y de amor, de paz y de deseo de justicia. ROGUEMOS AL SEÑOR:
6. Por todos aquellos que, en cualquier lugar del mundo, son víctimas de la guerra o del hambre, de las desigualdades, de la falta de amor: que no les falte esperanza, y puedan encontrar caminos de liberación. ROGUEMOS AL SEÑOR:
7. Por los cristianos, por todos los que creemos en Jesucristo: que vivamos de verdad según su Evangelio y seamos así testigos de su amor. ROGUEMOS AL SEÑOR:
8. Por todos los que nos hemos reunido aquí: que el Señor proteja nuestros hogares, aumente el amor entre nosotros y nos dé más esperanza y alegría. ROGUEMOS AL SEÑOR:
(Al acabar las plegarias no se dice oración conclusiva, sino que directamente se pasa al Padrenuestro. Ver otros modelos de oración de los fieles en el Ritual).
14. Padrenuestro
a) Digamos ahora la oración que Jesucristo nos ha enseñado, la oración de los hijos de Dios, el padrenuestro.
b) Digamos ahora unidos la oración de Jesucristo, el padrenuestro:
15. Introducción a la bendición
a) Pidamos ahora la bendición de Dios para estos nuevos esposos.
b) Oremos, hermanos, a Dios nuestro Señor, para que bendiga y llene de su gracia a estos hijos suyos que hoy se han unido en matrimonio y les haga vivir siempre en la concordia del amor.
16. Bendición sobre los esposos
Padre Santo, autor del universo, que creaste al hombre y la mujer a tu imagen, y has bendecido la unión matrimonial. Te rogamos humildemente por estos hijos tuyos que hoy se unen en alianza de bodas.
Descienda, Señor, sobre esta esposa N. y sobre su esposo N. tu abundante bendición, y que la gracia de tu Espíritu Santo inflame desde el cielo sus corazones, para que en el gozo de su mutua entrega reciban a los hijos, riqueza de la Iglesia.
Que en la alegría te alaben, Señor, y en la tristeza te busquen; en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda y en la necesidad sientan cercano tu consuelo; que participen en la oración de tu Iglesia, y den testimonio de ti entre los hombres; y, después de una feliz ancianidad, lleguen al reino de los cielos con estos amigos que hoy los acompañan. Por Jesucristo nuestro Señor.
17. Bendición final
Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.