Haga clic en cada pestaña para ver el contenido
INTERIOR
La nave central se cubre con bóveda de cañón con arcos fajones que marcan los distintos tramos, entre los cuales se abren ventanas con lunetos;
y las naves laterales lo hacen mediante bóvedas de arista. Las tres naves quedan separadas por hileras de arcos de medio punto que se apoyan sobre gruesos pilares en el tramo del crucero, y sobre delgadas columnas pareadas de mármol blanco en los tramos centrales, recurriendo en el tramo siguiente al coro a una solución muy poco habitual como es la agrupación de hasta cuatro columnas para el apoyo de los arcos.
En el crucero, delante del presbiterio, una amplia cúpula sobre pechinas realza el recinto aportando un toque de monumentalidad.
Otros elementos singulares de esta iglesia son: el órgano, construido por Francisco de Ortíguez en 1747,
y el coro, situado en el tramo final de la nave central, cerrado por una cancela frontal, y que encierra en su interior una sencilla sillería.
EXTERIOR
Del exterior destaca su robusta torre, alta y de planta cuadrada, acabada superiormente en dos cuerpos de campanas: el primero de igual planta que la torre y el segundo de planta más reducida; en ambas se aprecia el barroco atemperado de esta iglesia, pues con un hueco abierto en cada frente, presenta una sobria composición de pilastras a cada lado y columnas en las esquinas.
Está revestida de una fuerte bicromía en colores granate y albero, y se corona con un elevado chapitel recto y piramidal revestido de aplacado cerámico.
La misma bicromía se muestra en la portada principal de acceso a la iglesia, también con una composición barroca muy sobria, compuesta por un sencillo hueco acabado en arco de medio punto que aparece flanqueado entre pilastras toscanas. Como especial elemento decorativo presenta un ático de perfil mixtilíneo, rematado por pináculos, que sobresale del paramento exterior de la fachada